Mi nombre es María Alejandra, soy de Bogotá y llegué a Alemania en Octubre 2018. Vivo en Kiel, una ciudad costera ubicada en el norte del país; a hora y media de Hamburgo. Es una ciudad hermosa que tiene un balance entre agua (queda sobre el mar báltico), parques naturales y construcciones al estilo de los años 70.
Actualmente estudio un master en ´Sustainability, Society and the Environment´ en la Universidad de Kiel. Éste es un programa internacional que es llevado a cabo en inglés y tiene una duración de dos años.
Encontré el programa en la página del DAAD y apliqué en abril de 2018, dos meses después recibí la respuesta de aceptación. Fue entonces cuando decidí empezar a tomar un curso de alemán básico por dos meses para no llegar tan “fuera de base”, sin embargo, el inglés es un bonus muy grande aquí ¡Muchísima gente habla inglés! Es increíble… (Por cierto que muchos alemanes quieren aprender español, entonces la comunicación no es un problema).
Junto a las materias de la universidad, estoy ahora tomando un curso de intensivo de alemán, pues a pesar de que me muevo bien en inglés, con un mejor nivel de alemán, me podría envolver más en la cultura y en otros ámbitos como el asistir a ciertos eventos o conferencias.
Vine con mis propios medios económicos (ahorros y apoyo familiar) y actualmente vivo en una residencia estudiantil que queda a 10 minutos de la universidad. Me muevo en cicla la mayor parte del tiempo y en bus si el clima está muy malo, ya que es un servicio gratuito para estudiantes.
Hay muchas cosas que me encantan de Alemania, pero en especial el respeto que se tiene por los otros; es decir, sin importar el origen, género, religión, todos valemos igual. Me encantan también todas las iniciativas y proyectos entorno a la protección del medio ambiente, tanto por parte de entidades públicas, como de los ciudadanos, particularmente por los más pequeños desde la escuela. También, por supuesto, la seguridad y tranquilidad que se vive acá, pues se convierte en una preocupación menos en el diario vivir.
Por otro lado, algo que me ha parecido engorroso acá es la asignación de citas con ciertas entidades para, por ejemplo, contratar el internet, inscribirse en la ciudad (trámite importante apenas se llega), o sacar algún otro documento; se demoran semanas en dar citas. También conseguir trabajo sin un buen nivel de alemán es complicado, sin embargo se encuentran opciones para poder sostenerse. Por ejemplo, en este momento trabajo en un restaurante haciendo sushi (no tengo que comunicarme con clientes) y como tutora de español de un chico que aprende en el colegio.
He tenido la oportunidad de viajar a varias ciudades de Alemania, como Hamburgo, Berlín, Dusseldorf y Colonia… aún me falta mucho por conocer, pero hasta el momento Hamburgo es mi favorita; su diseño arquitectónico es encantador y, entre otras cosas, cuenta con el puerto más grande e importante de Alemania y el segundo de Europa.
Caminar o andar en cicla por el puerto, tanto en Hamburgo como en Kiel es algo que en realidad disfruto, pues se puede ver el atardecer de una forma única, mientras los barcos y veleros navegan, y la gente practica deportes acuáticos.
Puedo decir que haber venido a estudiar a Alemania fue una excelente decisión, y aunque extraño casa, trato de aprender y aprovechar al máximo todas las oportunidades que este admirable país tiene para ofrecer.