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Natalia – estudios de Maestría

Mi nombre es Natalia y vivo y estudio en Dresden, Alemania desde Octubre de 2017. Debo aclarar que nunca fue mi sueño venir a Alemania. En Colombia me gradué como Ingeniería Ambiental y luego empecé a buscar becas de Maestría en Brasil, ya que pensaba que era país más parecido a Colombia en cultura y tradiciones.

Sin embargo, las postulaciones no resultaron y en Colombia seguí trabajando; todo cambió en Diciembre de 2015 cuando decidí visitar durante mis vacaciones a mi hermano, quién en ese momento estaba viviendo y haciendo una maestría en Alemania. Ahí me di cuenta el estilo de vida de algunas ciudades europeas como Roma, Barcelona, París, Praga y por supuesto Berlín y la pequeña ciudad de Kaiserlautern. Fue maravilloso poder conectarme con Alemania al instante y admirar su organización por encima de las anteriores ciudades mencionadas.

Con unos ahorros que tenía y un préstamo familiar, un año más tarde decidí aplicar de forma independiente (sin beca) a la Universidad de Dresden y fui admitida para estudiar la Maestría „Hydroscience and Engineering“. Cuando llegué no fue tan fácil acostumbrarme a la cultura alemana y en especial en Dresden donde las personas mayores no hablan mucho inglés (por ser la capital de la antigua Alemania comunista).

Llegué un mes antes de empezar la Universidad y fue duro darme cuenta que tenía que aprender a estar conmigo misma y crear hobbies (algo que en Colombia por tiempo generalmente no pensamos).

Cuando empezaron las clases, muchos de mis compañeros ya tenían sus propios grupos, por ejemplo, los del DAAD, o en la mayoría de los casos era difícil entablar amistades con internacionales por la misma cultura. Sin embargo, pude hacer una gran amistad con un chico de Venezuela, una chica de Kasajistán y una chica de Polonia. También pude crear una bonita amistad con una señora alemana de la biblioteca, quién me enseñó los mejores sitios de Dresden (que por cierto es una Ciudad encantadora por los monumentos, edificios históricos y aparte es bastante económica ?). Ella me ayudó a practicar Alemán y me invitó a muchos eventos culturales.

Para aquellos que vienen independientes, les digo vale la pena muchísimo atreverse a romper las concepciones que tenemos de los países y culturas, al final te das cuenta que aquellos que considerabas más fríos son los que te abren más su corazón.

Sin saber que pase en el futuro, les digo que vale la pena tener una experiencia internacional en Alemanía, algunos compañeros que tengo árabes o hindúes, se han venido solamente con lo del primer semestre y luego empiezan a trabajar en minijobs con tal de terminar la carrera y abrirse mercado acá en Alemania. Creo que lo más importante es querer y hacer las cosas lo mejor que uno pueda y sobre todo hablar con todo mundo, no importa la religión o país del que sea.